A las buenas.
Son las empresas que más valor generan.
Valen 20, 50, 100, 300 veces más que una marca convencional al uso.
Hay algo intangible en ellas, una fe, algo que te crees, algo que te representa, algo que te diferencia. Esto último es bastante importante.
Y por eso se pagan las desorbitadas cifras que cuestan.
¿Lo valen realmente? No.
¿Te importa? No.
¿Te satisfacen? Sí.
Se estima que para el 2030 el 40% de los consumiremos del lujo serán de clase baja y media. Y el 80% de dichas compras las harán las generaciones millennial y Z.
Porque en la sociedad actual es más importante el qué dirán que lo que realmente quieres tú.
Hay gente que ha llegado a pasar hambre solo por tener un Louis Vuitton. Doy fe.
Warren Buffet no invertía nunca en tecnología, alegando que no invertía en compañías que no entendía.
Pero en los últimos años compró acciones de Apple.
Obviamente le preguntaron, “¿pero usted no decía que no compraba acciones de empresas tecnológicas?”
“Apple no es una empresa de tecnología, es una empresa de lujo. Y por eso si compro.”
El precio es clave. Si es barato, no es lujo.
Por eso es bueno que tu producto sea caro.
Apple tiene 2.000 millones de clientes activos a día de hoy entre todos sus productos, con cerca de 1.500 millones de iPhones. Haz cuentas.
Apple es una empresa que te cobra 1.500 € por un teléfono que no incluye el cargador. Se vende por separado.
¿Ha pasado algo? ¿Se dejan de vender iPhones por eso?
No, porque las marcas de lujo son las que más valor generan.
Mejor no os cuento el margen que tienen los perfumes de lujo ^^
¿En Yamato somos buenos? Sí, mucho. Por eso cobramos en función de la valía que hay dentro. Y hay mucha.
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Nos leemos mañana.
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